Esto ocurruó este martes cuando un remolcador no pudo mover el avión de unas 47 toneladas del aparcamiento de la terminal aérea.
“Según datos preliminares, la temperatura ambiente había caído hasta los 52 grados bajo cero, lo que habría provocado la congelación del sistema de frenos del tren de aterrizaje”, dijo Gorbunova.
Ante esa situación, agregó, los pasajeros decidieron empujar para ayudar al remolcador, lo que es “inadmisible, pues podría haber resultado dañado el fuselaje del avión”.