Miriam Marino es una mujer argentina que trabaja todo el día, por ello, no puede cuidar de su madre de 95 años que vive con ella, así que contrato a una “enfermera” con la cual llevaba una buena relación, hasta que un vecino alertó a la joven de que su madre estaba siendo víctima de abuso.
Para salir de dudas, decidió colocar cámaras escondidas y el resultado fue espantoso, pues la señora vivía en un verdadero infierno de crueldad y maltrato.
"Inmediatamente, la retiramos de la casa. Ella dijo que estaba pasando un mal momento en su familia. Y, evidentemente, se desquitó con mi madre, en lugar de buscar ayuda de otra manera", declaró Miriam.
Entre las declaraciones que daba Miriam expresó que se sentía defraudada pues creía que la cuidadora quería a su madre y la trataba con cariño, pero en realidad siempre se estuvo aprovechando de su padecimiento, el Alzheimer.
