De acuerdo con “The Independent”, si pudiera leerse entre líneas los fracasos que ha enfentado una persona en su vida laboral, probablemente serían muchos más los que éxitos.
Johannes Haushofer es un profesor que enseña psicología en Princeton, pero, pese a que trabaja en una institución reconocida, sabe que la falta mucho para tener una larga y fructífera carrera.
Debido a esto, comenzó a enviar currículums en los que, lejos de mostrar sus mejores habilidades, agrupó la experiencia que tiene el rechazo.
“En muchas cosas que intento hacer, fracaso. Sin embargo, estos fracasos son a menudo invisibles, mientas que los éxitos quedan siempre expuestos”, contó.
Haushofer organizó el CV en tres categorías; algunas mostraban los programas de estudio en los que no consiguió las notas que necesitaba, en otra, se muestran cargos académicos que nunca obtuvo.
En la última, las becas que le fueron negadas, entre ellas, los recursos de una investigación que no logró. La carta de presentación llamó la atención de varias empresas que le ofrecieron empleo de inmediato.
Por su puesto, sus alumnos le reconocieron el esfuerzo. Por su parte, las compañías dijeron que el currículum representaba todo lo que el hombre quiere hacer, pero no pudo. Es decir, es una inversión segura.
“Me he dado cuenta de que esto a veces da a los demás la impresión de que la mayoría de las cosas me salen bien. En consecuencia, la gente es más propensa a atribuirse sus propios fracasos pese al hecho de que el mundo sea estocástico”, asevera Haushofer.
Nota al lector.
Estocástico: Qué está sometido al azar y que es objeto de análisis estadístico.
