Las esposas y las gargantillas de cuero quizás no sean para ti, pero eso no significa que debas temer ser un poco agresiva durante el sexo.
Existen estudios que revelan que mientras más excitada sexualmente está la persona, más receptiva es al dolor, así que ponerle un poco de intensidad al momento no está nada mal.
Podrías empezar besando todo su cuello, sigue por los hombros, sorprendiéndolo con mordiditas ligeras y juguetonas, lo suficientemente firmes para que él las sienta, pero no tan fuertes que le dejen marcas.
Esos momentos de intensidad incrementarán el placer en ambos.