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A 15 años de su muerte, Rigo Tovar sigue siendo amor y leyenda (+video)

  marzo 26, 2020 15:25 PM | Fuente: Redacción La Fiera/ Notimex

A 15 años de su muerte, Rigo Tovar sigue siendo amor y leyenda (+video)
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A 15 años de que el corazón de Rigo Tovar dejara de latir a causa de un paro cardiorespiratorio, su figura y su legado musical siguen vigentes, gracias a temas como Mi Matamoros querido, Mi amiga, mi esposa y mi amante o El sirenito, entre muchos otros que el cantante oriundo de Matamoros, Tamaulipas, logró colocar en el gusto del público que abarrotó plazas, arenas, auditorios y teatros de todo el país para verlo cantar en una época en la que la industria del entretenimiento exigía a las figuras de la música, entre otras cosas, la venta de millones de discos.

Rigoberto Tovar García nació el 29 de marzo de 1946, tuvo ocho hermanos y su madre le puso el nombre en honor a un trapecista del Circo Unión. Aunque posteriormente se convirtió en el artista que México recuerda -quien vendió más de 30 millones copias de sus 27 discos-, en sus inicios, tanto en Matamoros, como en Houston, trabajó en farmacias, fábricas y en oficios como tapicero, albañil, ayudante general, soldador, mesero o como intendente.

Aprendió inglés, italiano y francés, hasta alcanzar su sueño en la música, creando un género que combinaba la nostalgia con la modernidad.

En entrevista con Notimex, Pável Granados, director de la Fonoteca Nacional, consideró que se trata de un personaje icónico por su manera de ser, que marcó un estilo y una época en el periodo del presidente José López Portillo, a finales de los años 70 y principios de los 80, cuando se presentaba lo mismo en teatros del pueblo que en canchas de fútbol llanero.

"En México no había mucha infraestructura y él se imaginó los escenarios, puso tambos de metal para hacer una base y encima colocó madera con los músicos. Para sonorizar se le ocurrió poner postes a lo largo de la cancha y cables con bocinas encima.

"Se acordaba que en su Matamoros natal, los vendedores de helados tenían recipientes de aluminio con hielo seco, que hacía humo y quiso poner ese humo para causar expectativa y cierto misterio, finalmente una escalera inclinada atrás del escenario con un piso falso, que se quitaba para que él se pusiera abajo y sus ayudantes lo movieran para que pareciera que fuera ascendiendo", cuenta el también historiador. 

Rigo era productor de sí mismo, así que diseñaba y dibujaba su propia ropa, inspirado en los músicos del glam británico. Por eso su imagen es tan recordada: cabello largo y sus inseparables lentes oscuros marca Ray-Ban, que en parte no se quitaba por la retinitis pigmentosa que padecía y que le produciría ceguera.

"Era un hombre muy serio, con pocos amigos, más bien retraído, le gustaba estar en su casa, pero cuando subía al escenario eso cambiaba y tenía otra personalidad frente al cine y sobre los escenarios, con una vida personal bastante secreta, comenta Granados.