Se sirve en un vaso mezcalero, se trata de un elixir limpio y místico con un sabor ahumado que te llevará a experimentar sensaciones mágicas.
El mezcal jamás se bebé de un sorbo, no es agua, el mezcal se besa, se disfruta, poco a poco, sin prisas.
Debes servirlo en un caballito mezcalero, que a diferencia del tequilero es más corto y mas ancho.
El primer sorbo es para preparar al cuerpo de lo que está a punto de recibir. Antes de beberlo, huélelo, disfruta su aroma. Luego de sentir en tu nariz sus aromas, coloca el vaso en tus labios y dale "el primer beso", el primer trago te sabrá potente, en el segundo percibirás los distintos tonos de su sabor.
El mezcal es una bebida potente, mágica y compleja en sabores, está creado para disfrutar lentamente, para saborearlo como los besos, así que jamás lo tomes de un solo trago.