La historia en la música de Carín León se puede entender de una manera más fiel si se mira a través de las décadas en las que ha estado activo. En su adolescencia comenzó a tocar la guitarra en la escuela.
De los 20 a los 30 construyó una carrera breve, pero sustanciosa con Los Reales y el Grupo Arranke, conjuntos con los que aprendió todo lo que hay que aprender sobre la industria musical.
Hoy, en sus 30, Carín es reconocido por perfeccionar esos aprendizajes y, en el camino, dotar de momentos importantes a eso que el mundo se ha empeñado en llamar Regional Mexicano.
En medio de todos los nombres que puedan existir hoy en día cobijados por ese género que va desde el Sierreño a los Corridos y desde el Mariachi a la Ranchera, Carín León (uno de los artistas más influyentes del momento) es una especie de satélite, un eslabón que conecta diferentes tiempos y diferentes espacios.
Su nombre no solo está en lo alto de las estadísticas, también se encuentra al lado de artistas de diferentes generaciones, de diferentes países, de diferentes contextos y hasta de diferentes idiomas.
La música de Carin León es inconfundible, pero también es una mezcla de muchas otras cosas que se pueden leer entre líneas.
La ciudad en la que nació, creció y comenzó a tocar tiene mucho que ver en eso. Teoriza después de arrojarme una serie de géneros musicales a los que se ha entregado por años como escucha: Rock, Jazz, Blues, Soul.
El resultado de una vida hermosillense es una carrera dedicada a alinear todos esos sonidos en un solo discurso, un manifiesto que ha hecho de la música de Carín León un producto irresistible para la industria y un acompañante eterno para los millones de personas que lo escuchan.
Décadas después, alguien como Carín León bien podría ocupar un espacio en aquella categoría que piensa en serio dentro de esa industria del pensamiento automatizado.
Basta un repaso por su discografía para caer en cuenta: un puñado de discos en donde gobiernan aquellos grabados en vivo, una oportunidad no solo para poner a prueba cada una de las versiones de estudio.
Sino también para identificar sus áreas de oportunidad y encontrarse con más muestras de que la música, sin importar de dónde venga y a qué suene, es aquello que lo motiva.